martes, 5 de septiembre de 2017
TOLERANCIA, PALABRA DE ORDEN
La mayoría de los libros sagrados, por no decir todos, tienen como ley fundamental el amor y la tolerancia entre los seres humanos.
Por eso, aterra ver como en estos últimos tiempos, la intolerancia no sólo por el color de la piel sino también por las creencias religiosas, se ha vuelto letal.
Este sitio pretende poner su granito de arena en favor de la comprensión, la amistad y el entendimiento entre los hombres de buena voluntad, lo cual no nos inhibe de tener nuestras propias opiniones y darlas a conocer pero dentro del mayor respeto y con un lenguaje que invite a la reflexión más que a la discusión y abre, además su espacio, para publicar en el mismo espíritu a los que tengan ideas diferentes a las nuestras.
El fanatismo, en todas sus formas y en todos los credos, es lo que conduce a que nos convirtamos en Caínes de nuestros hermanos y el crimen contra el otro no sólo está dado en la muerte física, la más dolorosa de las pruebas de lo dañino de la intolerancia, sino también cuando usamos un lenguaje agresivo que hiere la sensiblidad de nuestro prójimo.
Esta tarea no es fácil porque incluso en muchas ocasiones quienes discrepan de nosotros lo hacen con las mejores intenciones de salvar nuestras almas para un mundo futuro. Y esto, en cierta, forma, habría que agradecerlo si el tono y la forma del lenguaje se vistiera con los adornos de la modestia y la cortesía. Y si al final nos diéramos las manos, cada uno con nuestros propios pensamientos libres de prejuicios. (Pedro J. Herrera Echavarría)
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